
Dejé de pensar
En el mismo instante del miedo
mientras mis huellas
Frente al mar
desaparecen
Y poso atrás
Mis futuros caminos.
Y vino a buscarme
- Sin avisarme -
Mi ser pensante de un ayer
Quizás el cielo
Se haya enojado
Por no deslumbrar
mi pequeñez.
Y no me importa
Si hay formas de sombras
En mis horas.
Los minutos me acompañan
con bailes intermitentes
Encantándome
con otra luz.
Y no me importa
que no me entienda,
no me escuche
Y no me mire la vida
En su correr atrevida
sin parar a descansar.
Yo en la calma de la salida
Encuentro paz.
Entonces me miro
- y te miro despacio -
Agarrando mis notas.
No hay prisa.
En el tiempo de la reflexión
Siempre queda espacio.
Clarita querida, con tu permiso o sin él, pero con la anuencia que me da mi admiración por vos, como poetisa y ser humano, tá?
ResponderEliminar