
Aleteas en el mundo
sobre pétalos de rosas
nectando sus delicias,
respirando su aroma.
Hoy no hay espinas
sólo una caricia;
es tu mirada de niño
la que llena su sonrisa.
Presagio de primavera
alimentando los silencios,
con palabras certeras
tejidas de esperanzas...
del azul del cielo.
Respira sin miedo
con la anhelada estrella,
tu noche se hará día;
el sol se fundirá con ella.
Camina por la vida
con el rumbo puesto,
sé buen timonel,
no te pierdas
en el laberinto incierto.
Ve, querido hijo y aletea
que tu alma sea libre...
y no se convierta en espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario