
Espera,
deja que despierte una vez más
la mañana entre mis labios,
y que estalle la luz de tu mirar
en los pétalos de mis párpados cerrados.
Espera,
no quieras despojarme aún de tu caricia,
no quieras apagar la llama en la ceniza
que aún arde en el latido aquella hoguera
y renace en tu pasión mi piel cautiva.
Espera,
no quieras ser ladrón de esta quimera,
no dejes a la noche sin su estrella
ni rompas el embrujo de esa flor
que aún está pariendo aromas
como un atardecer de primavera.
Espera, apenas un instante
¡para llevarte de mí la vida entera!
porque contigo se irán
todas las horas que en el reloj me acechan,
se marchitarán las madrugadas,
donde tejimos con ternura nuestras huellas
y llorarán perlas de sal y de tristeza
esas palabras que engendraron el amor
en cada pedazo de piel hecho poema.
Espera, solo espera.
Quizá mañana sea tiempo de olvidar
o tiempo de morirme en esta pena,
pero hoy amor,
hoy quiero ser tuya una vez más
y sentir como te fundes en mi
mientras el alma en libertad ¡siente que vuela!
Mira Angela, no voy a esperar para decirte lo bello y profundo de tus letras, el amor que desprenden tus versos, tan llenos de cálida pasión... que penetran en todo el sentir del corazón.
ResponderEliminarEspero que nunca se te marchiten las madrugadas, el reloj se quede sin manillas, para que lo puedas manejar a tu antojo y eternizar los bellos momentos que describes.
Un gran besote amiga mía.