
Tal vez miró mi madre
las montañas en sol
de un día del invierno;
tal vez pintó en su adentro
un recorte azul del cielo
sobre cumbres y nieve,
por encima de tejados y de sueños.
Tal vez pensó,
en sus cuarenta y cinco años
(en sus sesenta y dos
o veintisiete),
en alguien que nació su sangre,
su nombre
y nació su cuerpo
y que viera tal vez
la luz de la mañana
colarse entre sus ojos y su alma.
Y así una y otra vez
llevado al infinito
y acaso pensaron,
como pienso yo,
en unos ojos nacidos de sus ojos
que vean ser esa montaña.
FUENTE: http://cuaderno de bolsillo.blogspot.com/
FUENTE: http://cuaderno de bolsillo.blogspot.com/
Muchas gracias, Susana, por leerme, valorarme y publicarme en tu blog. Me siento muy honrado por todo ello. Recibe también mi abrazo en espiral
ResponderEliminarTe lo merecés Jorgito.
ResponderEliminarBellos ojos que saben miran al azul del cielo y se dejan impregnar de su belleza y por el radiante sol, que se cuela en el alma de éstos versos.
ResponderEliminarMe gustó ver las montañas a través de tu poema.
Saludos.
jorge no tienes un blog? es fácil hacerlo...pero bueno...gracias por ser seguidor de mi blog,bienvenido...y me quedo con la hermosura de este poema...que algo me rozo en mitad de la melancolía....
ResponderEliminarun abrazo muchisimas gracias!
un abrazo enorme
lidia-la escriba