
Viene lúgubre la noche
a quién poder cautivar;
extensa y triste la bruma
turbia y amarga ¡cuál más!
Ondas cabalgan las voces
buscándose reposar
como fúlgidos penachos
en algún tibio lugar.
Gritos de los vagabundos,
pasos errantes que van;
y a mi lado se requiebra
prostituta soledad.
Buscándome muy celosa,
me habla de lejos la mar;
mientras yo sueño en la noche
en un loco deambular.
Pienso y pienso...vacilante!
á dónde me llevarán
estos, mis pasos perdidos,
juntos con la soledad...
a quién poder cautivar;
extensa y triste la bruma
turbia y amarga ¡cuál más!
Ondas cabalgan las voces
buscándose reposar
como fúlgidos penachos
en algún tibio lugar.
Gritos de los vagabundos,
pasos errantes que van;
y a mi lado se requiebra
prostituta soledad.
Buscándome muy celosa,
me habla de lejos la mar;
mientras yo sueño en la noche
en un loco deambular.
Pienso y pienso...vacilante!
á dónde me llevarán
estos, mis pasos perdidos,
juntos con la soledad...
Te llevarán tus pasos a dejarnos versos llenos de tus profundas raíces, en el camino correcto, sin deambular en la noche...la soledad se convertirá en un sueño que al llegar el alba; se disipará.
ResponderEliminarUn gran poema Pablo.
Saludos.