
“NUNCA DEJAS DE QUERER A LA PERSONA DE LA QUE REALMENTE HAS ESTADO ENAMORADO. SÓLO PUEDES APRENDER A VIVIR SIN ELLA”.
En aquel viejo café, donde soñamos tantas noches
donde el recuerdo se hizo olvido y el olvido se hizo recuerdo
el silencio se hizo calma en la inmensidad de la nada,
el café ya un poco frio mientras te esperaba
en nuestra mesa de siempre, al lado de la ventana
y la incierta duda si no vendrás hoy o te perderé mañana.
Te miro y veo tu sonrisa en los labios, bella, hermosa,
para saber que no existe el amor
si no hay una mirada que refleje otra mirada
si no hay una voz que pueda ser recuerdo
que no hay amor si no hay aroma
y para qué sirve la luz si no hay sombra
para que quiero hoy, si no hay mañana.
Temo despertar, y tomo tus manos
y el humo de tu cigarrillo me envuelve
y al mirarte a los ojos dices sin palabras ¡Te quiero!, ¡Te amo!
y yo te respondo con un beso.
Nada más es eso el amor, una distancia que desaparece,
dos personas que se aman;
y el puerto del silencio donde una ilusión se asoma
y un sueño que acaba en un amor sin amor.
Miraré la sonrisa en tus labios
escucharé por última vez tu voz en la noche
respirando soledad entre los suspiros,
para decirte todo lo que te quiero
todo lo que te extraño, todo lo que te olvido
miro por la ventana y ya sé que no vendrás,
un cigarrillo sin fumar y un café que ya está frío.
Una distancia que desaparece...eso es el amor.
ResponderEliminarLa distancia se vuelve brisa, que se cuela por el alma del ser amado, deja impresa una melodía en el fondo de su corazón.
Me ha encantado éste poema, desgrana una fuerza increíble, se deja latir a la misma vez que se lee y podría incluso oler el aroma de ése café, que se enfría en su taza.
Te deseo que siempre puedas ver su sonrisa en sus labios...
Un saludo cordial.